¿QUÉ DEBES ESPERAR DE LAS PERSONAS?
¿Qué esperas tú de las personas?...
¿Qué esperas tú de las personas?...
No debes esperar absolutamente nada de las personas que te rodean. Así cuando alguna de ellas te de algo sentirás que te han dado bastante y, sobre todo, te sorprenderás porque no esperabas nada de nadie.
El conflicto existencial, auténtico debilitante del autoestima, fomenta el prejuicio que pueda experimentar persona alguna sobre los demás individuos.
Expresiones como: “él no es como yo”. Es un alto reflejo del deseo inherente de multiplicar el yo, (ésta actitud en ocasiones es un tanto inconsciente), para ello, se procura hacer una metamorfosis a toda persona que tiene a bien acercarse al implicado.
Por lo general, esta actitud la asumen las personas “Dominantes”, quienes siempre terminan por ahuyentar a los demás: “¡que bolas! yo nunca lo hubiese dejado de llamar ¿Qué clase de amistad es esa?”. En esta expresión se ratifica la marcación del “yo” y por si fuera poco, la crítica ciega, causada por una actitud ensimismada. Una condena fuera de toda proporción porque, sencillamente, estabas esperando algo de alguien.
Otra expresión que suele ser frecuente es: “mi’jo, uno no tiene amigos, pa’migos tus padres”. Esta frase es relativa y es objeto de estudio. En realidad el buen hijo tiene una buena relación con sus padres. ¿Por qué?. Porque siempre tiene algo que darles y agradecerles. Nunca espera nada de ellos, su simple existencia y compañía se considera un regalo constante para la paz y la alegría del espíritu en todo su esplendor (infancia y la no infancia).
Esta relación paterno-maternal influye directamente en la visión que de adulto podamos tener del mundo que nos rodea. En tal sentido, se puede figurar que la raíz del comportamiento y afecto se recibe en la infancia y, la frondosidad del acuso-recibo se manifiesta en la no infancia.
Es lógico que en estos momentos experimentes un choque con el espejo de la conciencia y que padezcas la consecuencia de plantearte una nueva interrogante que adversa el título de este artículo: ¿Qué deben esperar las personas de mi?
Eugenio Ravelo
